24.5.05

No sepas lo que pasa

Nos gusta proteger a nuestros hijos. Deseamos fabricar un ámbito a su alrededor que los preserve del mundo real. Fuera de ese espacio protegido impera el mal, la desgracia, los accidentes, las enfermedades, la pobreza, las contrariedades. Los queremos inmunes, incólumes y exentos de todo ello. A eso aspiramos.

Terminada la guerra civil española (1936-1939), el poeta Miguel Hernández (1910-1942) es condenado a muerte. Se le conmuta la pena por la cadena perpetua. Estando preso en la cárcel de Torrijos, recibe una carta de su esposa, Josefina Manresa. Ésta le comunica que tiene tan gran penuria de medios que sólo se alimenta de pan y de cebolla. Josefina y Miguel tienen entonces un hijo de pecho, Manuel Miguel. El poeta le dedica al hijo uno de su más conmovedores poemas, las "Nanas de la cebolla": ahí expone su aspiración a que el hijo viva feliz, despreocupado e inmune a la desgracia y miseria que lo rodea. He aquí el principio y el final de este poema:


Skyphos: Afrodita y Eros (410 a.C.)


NANAS DE LA CEBOLLA

(Dedicadas a su hijo a raíz de recibir una carta de
su mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla)

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso. [...]

Vuela, niño, en la doble
luna del pecho:
Él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
En la mitología griega, Acrisio, el rey de Argos, no quería que su hija Dánae concibiera, pues un oráculo había predicho que el nieto de Acrisio mataría a su abuelo. Por eso Acrisio encerró a su hija en una torre. Pero Dánae concibió de Zeus, quien se filtró por el techo de la prisión en forma de lluvia de oro (por cierto, en mi ciudad hay una agencia inmobiliaria con el inapropiado nombre de Dánae: seguro que los pisos que venden tienen goteras):


Tiziano: Dánae (ca. 1545)


Y así Dánae tuvo a su hijo Perseo. Pero cuando el rey se enteró, arrojó a Dánae y al bebé Perseo al mar, dentro de un arca de madera. Ya en alta mar, se desata una terrible tempestad. Pero el niño duerme plácidamente. Y Dánae le canta una nana, para mantenerlo ajeno a los peligros circundantes. Se describe el episodio en un fragmento lírico del poeta griego Simónides de Ceos (556-467 a. C.), que dice así en traducción castellana:

Cuando dentro del arca bien labrada
la arrastraban los soplos del viento
y el agitado oleaje,
se sintió sobrecogida de terror, y con mejillas húmedas
se abrazó a Perseo y le habló:

“¡Ah, hijo, qué angustia tengo!
Pero tú dormitas, duermes como niño de pecho,
dentro de este incómodo cajón de madera de clavos de bronce
que destellan en la noche,
Tumbado en medio de la tiniebla azul oscuro.
No te inquietas por la ola que lanza
por encima de tus cabellos la espuma
marina ni del bramar del viento, recostando
tu bella carita en mi mantilla de púrpura.
Si para ti terrible fuera lo que es terrible,
ya habrías prestado oído ligero a mis palabras.
Pero te lo ruego, duerme, niño mío.
Que duerma también el alta mar, duerma la inmensa desgracia.
Ojalá se mostrara algún cambio,
Zeus Padre, movido por ti.
Y si con alguna palabra atrevida
y al margen de lo justo te invoco, ¡perdóname!

(Traducción: C. García Gual)

Quizá Miguel Hernández se inspirara en este pasaje de Simónides de Ceos. O quizá ambas composiciones hayan surgido independientemente, nacidas de una tendencia universal en los hombres: la de proteger a sus hijos, en un intento de ocultarles que es terrible lo que es terrible.

22.5.05

Festival de Eurovisión: comentario filológico y sociológico

Advierto con horror y sentimiento de culpa que hace ya casi un mes que no publico una nota en este blog. No tengo excusa para este incumplimiento flagrante del motto nulla dies sine linea, salvo, quizá, la falta de cosas que decir. Y no sé si esta inopia se corregirá en el futuro. Es de notar, sin embargo, que el número de visitas de lectores de este blog no ha descendido, sino aumentado, a pesar de mis afrentas, ausencias y agravios. En especial, tienen muchas visitas las anotaciones (posts) sobre la expresión "echar un polvo", que han suscitado, además, muchos comentarios y réplicas de parte de mis fieles lectores. Gracias.

Ayer se celebró el Festival de Eurovisión, televisado en todas las televisiones europeas (supongo que no en América). Las canciones eran bastante malas, en su mayoría (me gustó la de Suiza). Ganó Grecia, con un auténtico bodrio de canción. Pero en el Festival se observaron algunas curiosidades dignas de comentario:
  1. Lo que más me llamó la atención es que, desde el punto de vista lingüístico, una amplia mayoría de países (más de dos tercios del total) renunciara a sus dignas y hermosas lenguas nacionales, para cantar en inglés. De este modo, el inglés se ha convertido en una auténtica lingua franca del Festival. Algunos casos llamativos de países cantando en inglés: Malta, Grecia, Chipre y... Rusia (!): ¡qué extraño se hace oír a Rusia cantar en la lengua de la potencia yankee, enemiga acérrima durante tantas décadas de Guerra Fría!
  2. En cada país los ciudadanos votaban por teléfono o por SMS. No podían, votar, obviamente, por el propio país. Pero en varios casos se ha dado la circunstancia curiosa de que los inmigrantes entranjeros en un país han votado por su país de origen. Así, la canción más votada por y en España ha sido la de... Rumanía (!?): obviamente los votantes de esta canción han sido los numerosos gitanos rumanos que pululan en España; en la misma línea, la segunda canción más votada por Alemania ha sido Turquía (hay muchos inmigrantes turcos en Alemania).
  3. La canción más votada por el Reino Unido fue la de Grecia: ¿acaso para descargar la mala conciencia o en desagravio por el expolio de las esculturas del Partenón, hoy en el Museo Británico, que fueron llevadas de Grecia a Londres por el conde de Elgin entre 1801 y 1806? Creo sinceramente que más les valdría a los ingleses devolver a Grecia lo que le sustrajeron (y poner en su lugar en el Museo Británico unas resultonas réplicas de escayola), en lugar de votarles por una canción tan mala.

En fin, eso es lo que quería comentar sobre el Festival de Horrorvisión (algunas cosas, con todo, se salvaban: la cantante mulata que representaba a los hijos de la Gran Bretaña era realmente guapa y alegraba la vista, aunque la canción era pésima, y quedó merecidamente la última). Y me callo aquí, porque creo que ya me he deslizado demasiado por los parajes de lo políticamente incorrecto, "The undiscover'd country, from whose bourn /No traveller returns". Igual se me ha contagiado algo del blog Mangan's Miscellany, de Dennis Mangan.

Actualización (25 de Mayo, 2005; 17.30h):

1) Cuando escribí lo anterior, relativo a las esculturas del Partenón arrebatas a Grecia, no sabía que la cuestión de los "mármoles de Elgin" (Elgin's Marbles) sigue siendo objeto de debate candente en estos días. Pues sí: véase aquí.

2) Y otra cosa: creo sinceramente que hay aproximadamente las mismas posibilidades de que el Reino Unido devuelva las esculturas del Partenón a Grecia como de que devuelva Gibraltar a España.