Los aires difíciles
Estos días estoy presenciado el rodaje en Zahara de los Atunes (Cádiz, España) de la película Los aires difíciles, dirigida por Gerardo Herrero. El film se basa, a su vez, en la novela del mismo título (Barcelona: Tusquets, 2002), obra de Almudena Grandes. Buena novela, que leí en su momento. Creo que el título en la novela de Grandes alude, al menos, a dos elementos temáticos de la historia:
- Los dos protagonistas están experimentando momentos de cambio sustancial en sus vidas: es decir, han cambiado de "aires";
- Los "aires difíciles" connota el viento molesto de Levante, tan común en la costa de Cádiz, donde se desarrolla el argumento.
La expresión, a su vez, procede de un poema de Manuel Altolaguirre (1905-1959). Este poeta fue también impresor y guionista de cine. Ha sido considerado un poeta menor de la Generación del 27, creo que injustamente. A Manuel Altolaguirre le afectó enormemente el fallecimiento de su madre, el 8 de septiembre de 1926. Dedicó muchos poemas, obsesivamente, a plasmar sus sentimientos por esta pérdida. Uno de estos poemas, muy conmovedor, se titula "Antes", y pertenece al libro Soledades juntas (1931):
ANTESPara decir en mala prosa lo que Altolaguirre dice en buen verso: "Habría preferido morir yo antes que tú, madre, para echarte de menos desde el otro mundo (yo, muerto, a ti, viva), en lugar de echarte de menos desde el mundo de los vivos (yo, vivo, a ti, muerta)". La expresión "en los aires difíciles" describe una cualidad del Mundo de los Muertos (llámese éste como se llame: Hades, Elisio, Infierno, Más allá...). Allí corren unos aires ingratos, "enrarecidos".
A mi madre.
Hubiera preferido
ser huérfano en la muerte,
que me faltaras tú
allá, en lo misterioso,
no aquí, en lo conocido.
Haberme muerto antes
para sentir tu ausencia
en los aires difíciles.
Tú, entre grises aceros,
por los verdes jardines,
junto a la sangre ardiente,
continuarías viviendo,
personaje continuo
de mi sueño de muerto.
La caracterización del Más Allá en este poema, con sus aires particulares, siempre me ha recordado a la descripción del Hades que leemos en el libro VI de la Eneida de Virgilio. Como se recordará, Eneas debe bajar al Hades para consultar con su padre Anquises, muerto para entonces. El Más Allá virgiliano tiene varias estancias y secciones, pero el ámbito más grato es el de los Campos Elisios, donde están las almas de los individuos virtuosos. En este ámbito las almas disfrutan de su propio cielo, su propio sol y sus propias estrellas (vv. 638-41, 660-64):
Qué hermoso hexámetro: quique sui memores aliquos fecere merendo ("y quienes por su merecimiento hicieron que algunos los recordaran"). Como la madre de Manuel Altolaguirre, a la que éste recordó obsesivamente y en numerosos poemas.devenere locos laetos et amoena virecta
fortunatorum nemorum sedesque beatas.
largior hic campos aether et lumine vestit
purpureo, solemque suum, sua sidera norunt. [...]
hic manus ob patriam pugnando vulnera passi,
quique sacerdotes casti, dum vita manebat,
quique pii vates et Phoebo digna locuti,
inventas aut qui vitam excoluere per artis
quique sui memores aliquos fecere merendo:
Llegaron a parajes alegres y a los gratos vergeles
de los bosques afortunados, felices moradas.
Aquí se extiende sobre los campos un cielo más amplio y con su luz
rosada los cubre, y conocen su propio sol, sus propias estrellas.
Aquí están los que sufrieron heridas en sus manos luchando por la patria,
quienes fueron castos sacerdotes, mientras su vida duraba,
y los píos profetas que enunciaron oráculos dignos de Febo,
o quienes dedicaron su vida al cultivo de artes ideadas
y quienes se hicieron merecedores de ser recordados.