Congreso sobre endogamia y acoso en la Universidad
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A Blog dedicated to the Classical Tradition (influence of Greek and Roman culture on the modern Western world): notes, examples, commentaries, discussions. IBSN 30-48-327-363
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Podría haber titulado también este post “L’enfer c’est nous” (El infierno somos nosotros). El Infierno no existe, al menos como lo concibe el dogma católico: como el lugar de castigo donde las almas de los pecadores son condenadas, a su muerte, a eterno suplicio y sufrimiento. En otro post hablaré, quizá (o quizá no), sobre la historia del concepto de Infierno en Occidente, porque es una invención muy curiosa de algunos padres de la Iglesia Católica, con falsificación y manipulación desvergonzadas de los textos bíblicos.
–Mira, sargento –volvió a hablar Ochaita, sin dejar de enfrentarme–. No sé cuánto me queda. No sé si serán quince días, o diez, o dos. No he tenido mala vida: lo he pasado bien, me he salido con la mía muchas veces y he podido darme caprichos que muchos nunca consiguen. Pero ahora todo me la sopla, [...] Es más, si alguna vez hubiera matado a alguien, ahora me daría el gustazo de confesarlo. No es que no crea en el infierno. Vaya sí creo: he vivido allí. Por eso no me importa lo que me espera. Después de todo, será como volver a casa.
Atque ea ni mirum quae cumque Acherunte profundo
prodita sunt esse, in vita sunt omnia nobis.
nec miser inpendens magnum timet aëre saxum
Tantalus, ut famast, cassa formidine torpens;
sed magis in vita divom metus urget inanis
mortalis casumque timent quem cuique ferat fors. [...]
sed Tityos nobis hic est, in amore iacentem
quem volucres lacerant atque exest anxius angor
aut alia quavis scindunt cuppedine curae.
Sisyphus in vita quoque nobis ante oculos est,
qui petere a populo fasces saevasque secures
imbibit et semper victus tristisque recedit.
Y no cabe duda de que cuantos castigos del profundo Aqueronte
transmite la leyenda, todos los encontramos en vida.
No existe un Tántalo desdichado que tema la enorme roca
suspendida en el aire, como se cuenta, paralizado por vano terror;
sino más bien en vida, el vano temor a los dioses agobia
a los mortales, y temen la vicisitud que a cada uno les depare el azar.
En realidad, para nosotros Ticio es aquél a quien, abatido por el amor,
lo laceran los buitres y lo recome una ansiosa angustia,
o bien lo desgarran las cuitas de cualquier otra pasión.
Sísifo existe también, pero en vida y ante nuestros ojos:
es quien anhela conseguir del pueblo los haces y soberbias segures,
y se retira siempre derrotado y mohíno.
Que eternamente las cuarenta y nueve
pretendan agotar el lago Averno;
que Tántalo del agua y árbol tierno
nunca el cristal ni las manzanas pruebe;
que sufra el curso que los ejes mueve
de su rueda Ixión, por tiempo eterno;
que Sísifo, llorando en el infierno,
el duro canto por el monte lleve;
que pague Prometeo el loco aviso
de ser ladrón de la divina llama,
en el Caucaso, que sus brazos liga;
terribles penas son, mas de improviso
ver otro amante en brazos de su dama,
si son mayores, quien los vio los diga.
PERSEVERA EN LA EXAGERACIÓN DE SU
AFECTO AMOROSO Y EN EL EXCESO DE SU PADECER
En los claustros del alma la herida
yace callada; mas consume hambrienta
la vida, que en mis venas alimenta
llama por las medulas extendida.
Bebe el ardor hidrópica mi vida,
que ya ceniza amante y macilenta,
cadáver del incendio hermoso, ostenta
su luz en humo y noche fallecida.
La gente esquivo, y me es horror el día;
dilato en largas voces negro llanto,
que a sordo mar mi ardiente pena envía.
A los suspiros di la voz del canto,
la confusión inunda l'alma mía:
mi corazón es reino del espanto.
Labels: tópicos literarios
La expresión “contigo, pan y cebolla” es mucho más que una trillada frase proverbial. Refleja una realidad de la naturaleza humana y resume, por otro lado, el contenido de un tópico literario.
Sit mihi paupertas tecum iucunda, Neaera,
At sine te regum munera nulla volo. [...]
Nec me regna iuvant nec Lydius aurifer amnis
Nec quas terrarum sustinet orbis opes.
Haec alii cupiant, liceat mihi paupere cultu
Securo cara coniuge posse frui.
¡Viva yo contigo, Neera, en feliz pobreza,
pero sin ti no quiero ni los regalos de los reyes! [...]
No me complacen los reinos, ni el río lidio, rico en oro,
ni cuantas riquezas contiene el orbe terráqueo.
Que otros anhelen eso: ojalá pueda yo, con pobre sustento,
difrutar sin cuita de mi querida mujer.
À quoi rêvais-tu?
Vêtue puis revêtue
à quoi rêvais-tu
dévêtue
Je laissai mon vison au vestiaire
et nous partions dans le désert
Nous vivions d'amour et d'eau fraîche
nous nous aimions dans notre misère
nous mangions notre linge sale en famine
et sur la nappe de sable noir
tintait la vaisselle du soleil
Nous vivions d'amour et d'eau fraîche
J'étais ta nue propriété.
¿Con qué soñabas?
Vestida y vuelta a vestir,
¿con qué soñabas tú
desvestida?
Dejé mi visón en el guardarropa
y nos marchábamos al desierto
Vivíamos de amor y de agua fresca
nos amábamos en nuestra penuria
nos comíamos nuestra ropa sucia, de hambre
y sobre el mantel de arena negra
tintineaba la vajilla del sol
Vivíamos de amor y de agua fresca
Yo era tu desnuda propiedad
Todo empezó cuando aquella serpiente
me trajo una manzana y dijo: “prueba”
Yo me llamaba Adán, seguramente
tú te llamabas Eva.
Vivíamos de squatters en un piso
abandonado de Moratalaz,
si no has estado allí no has visto
el Paraíso Terrenal.
Cogimos un colchón de una basura,
dos sillas y una mesa con tres patas,
mientras yo emborronaba partituras
tú freías las patatas.
Plantamos cañamones de Ketama
y un tiesto nos creció ante el ventanal
con una rama de árbol de la ciencia
del bien y del mal.
A Eva le gustaba estar morena
y se tumbaba cada tarde al sol,
nadie vió nunca una sirena
tan desnuda en un balcón.
Pronto en cada ventana hubo un marido
a la hora en que montaba el show mi chica,
aunque la tele diera en diferido
el Real Madrid-Benfica.
Un día la víbora del entresuelo
en trance a su consorte sorprendió,
formó un revuelo y telefoneó
al cero noventa y dos.
Y como no teníamos apellidos,
ni hojas de parra, ni un tío concejal,
ni más Dios que Cupido
no sirvió de nada protestar.
Eva tomando el sol
bendito descontrol,
besos, cebolla y pan…
¿qué más quieres Adán?
Labels: tópicos literarios, Tradición Clásica